Plaza de la Merced. Color y oscuridad. Pasado y presente. La vida y obra de Pablo Picasso ha sido y sigue siendo en la actualidad una de las más importantes de todo el siglo XX. Su movimiento vanguardista, sus comienzos académicos y su ajetreada vida forman parte principal de la Historia del Arte y como no, de Málaga. De esa Málaga en la que nació. De esas pequeñas calles junto a la Plaza de la Merced y los alrededores de la Iglesia de Santiago. De esa Málaga que se siente orgullosa de que bajo su amparo haya nacido y crecido un artista universal.
Para un artista es imprescindible el color. Para Picasso no iba a ser menos. El azul, el rosa...el negro...Tristeza, alegría, destrucción...Nuestro cartel se basa en la melancolía, Picasso ya de mayor ha vuelto metafóricamente a Málaga, a su plaza...observando los árboles, las pequeñas cosas de la vida. Y junto a él, la alegría, el color, la luz...el presente, que sigue dándole la mano a este artista que nos ha enseñado a que la pintura no es sólo un valor estético, es un valor y un arma que sirve para crear emociones, sentimientos y hacérselos llegar a los demás...para enseñarnos que, las almas más humildes que existen como los niños, expresan el verdadero color y el verdadero sentimiento de todo aquello que se puede pintar.
